ponen asechanzas
como el pajarero que se agacha,
arman trampas para cazar hombres.
Como jaula llena de pájaros,
así están sus casas llenas de fraude;
así se han engrandecido y enriquecido.
Engordaron y brillan de gordura;
sobresalen en maldad;
no hacen justicia al huérfano
-y sin embargo prosperan-,
no hacen justicia a los pobres.
¿Y yo no habré de castigar estas cosas?
dice el Señor.
¿De una nación como ésta
no he de tomar venganza?
Cosa extraña y terrible acontece en la tierra:
los profetas profetizan mentira,
y los sacerdotes gobiernan según su antojo;
y esto le gusta a mi pueblo.
Pero ¿qué haréis
cuando estas cosas lleguen a su fin?”
Jeremías, V, 26-31.