“Es, por tanto, una de las necesidades de nuestro tiempo vigilar y trabajar con todo esfuerzo para que el cinematógrafo no siga siendo escuela de corrupción, sino que se transforme en un precioso instrumento de educación y de elevación de la humanidad”

S.S. Pío XI



“Que el cine sea ordenado a la gloria de Dios y a la salvación de las almas, y sirva eficazmente para la extensión del Reino de Cristo sobre la Tierra”.

S. S. Pío XII

miércoles, 26 de mayo de 2010

BICENTENARIO






“Cuando los reyes son buenos es por don de Dios; mas cuando son malos es por culpa del pueblo. Según los merecimientos de los pueblos es ordenada la vida de los rectores, testimoniándolo Job (XXXIV,3):”El es el que permite que entre a reinar un hipócrita o tirano, por causa de los pecados del pueblo”. Porque enojándose Dios, los pueblos reciben un tal rey cual por su culpa merecen. A veces por la maldad de los pueblos hasta los reyes se mudan, y los que antes parecían ser buenos en habiendo recibido el poder se hacen malos”.

San Isidoro de Sevilla, Sentencias



“Si no hacéis penitencia, todos igualmente pereceréis”

San Lucas 13, 3-5


“Me iré, y me retiraré a mi lugar
hasta que ellos reconozcan su culpa
y busquen mi rostro”.

Oseas V, 15.



“¡Ay de la ciudad sanguinaria
que está toda llena de mentiras y de robo,
y nunca suelta la presa!”

Nahum 3, 1


“Reflexionad sobre vosotros mismos
y arrepentíos, oh nación sin pudor,
antes que se ejecute el decreto,
y el día pase como tamo;
antes que os sobrevenga
la ira ardiente de Yahvé,
y antes que caiga sobre vosotros
el día de la ira de Yahvé”.

Sofonías II,1.




“Veo bandas rapaces, movidas de codicia, la más vil de todas las pasiones, enseñorearse del país, dilapidar sus finanzas, pervertir su administración, chupar su sustancia, pavonearse insolentemente en las más cínicas ostentaciones del fausto, comprarlo y venderlo todo, hasta comprarse y venderse unos a los otros a la luz del día. Veo un pueblo indolente y dormido que abdica de sus derechos, olvida sus tradiciones, sus deberes y su porvenir, lo que debe a la honra de sus progenitores y al bien de la posteridad, a su estirpe, a su familia, a sí mismo y a Dios. Y se atropella en las Bolsas, pulula en los teatros, bulle en los paseos, en los regocijos y en los juegos, pero han olvidado la senda del bien, y va a todas partes, menos donde van los pueblos animosos, cuyas instituciones amenazan derrumbarse carcomidas por la corrupción y los vicios. ¡La concupiscencia arriba y la concupiscencia abajo! ¡Eso es la decadencia! ¡Eso es la muerte!...”

José Manuel Estrada, 3 de abril de 1890. En “José Manuel Estrada”, págs. 91-92, 1942, por Juan Garro.



“Es para llorar el espectáculo que presenta el país, mirado espiritualmente. El liberalismo ha suministrado a la pobre gente –no a toda, sino a la que no ama bastante la verdad- una religión y una moral de repuesto, sustitutivas de las verdaderas; un simulacro vano de las cosas, envuelto a veces en palabras sacras. ¡Qué es ver tanto pobre diablo haciendo de un partido un Absoluto y poniendo su salvación en un nombre que no es el de Cristo –aun cuando a veces el nombre de Cristo está allí también, de adorno o de señuelo- ¡Se pagan de palabras vacías, vomitan fórmulas bombásticas, se enardecen por ideales utópicos, arreglan la nación o el mundo con cuatro arbitrios pueriles, engullen como dogmas o como hechos las mentiras de los diarios; y discuten, pelean, se denigran o se aborrecen de balde, por cosas más vanas que el humo...Una vida artificial, discorde con la realidad, les devora la vida.”

R. P. Castellani - “Una religión y una moral de repuesto”. Cristo, ¿vuelve o no vuelve?, págs. 278-279.



“Si los sujetos que viven en un mismo campo geográfico se odian cordialmente unos a otros, no se puede decir que allí exista PATRIA; porque “si no amas a tu prójimo, al cual ves, ¿cómo amarás a la patria a la cual no ves?”. En amor al prójimo se resuelve prácticamente el amor a la patria; y si no es amor al prójimo, nada es”.

R. P. Castellani


“El sistema liberal o neo-liberal o democacarático no nos sirve a nosotros. Éste es un hecho bruto, basado en una experiencia de 100 años, y no en una abstracción o una teoría. Para anular o esquivar este hecho hay que convertir a la democracia en un dogma, en una religión, en una cosa obligatoria para todas las naciones (...) La tal religión es filosóficamente un disparate y teológicamente una herejía”

R. P. Leonardo Castellani – Notas a caballo de un país en crisis. Conferencia del 18 de agosto de 1962.


“La historia es la patria. Nos han falsificado la historia, porque quieren escamotearnos la patria”.

Hugo Wast, Año X



“Nosotros introducimos lo único que es capaz de vencer la secular división de los argentinos; que no es sino el odio a la mentira y a la mistificación, modestamente hablando, el amor a la verdad”.

Padre Castellani, “Los dos Mayos”, Octubre de 1956.

HISTORIA FALSIFICADA


“Los historiadores que de mentiras se valen habían de ser quemados como los que hacen moneda falsa”.

Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, p. II, cap. III.


“La comunidad o la nación que peca contra la verdad, que pierde la reverencia a la verdad y el horror a la mentira, está perdida, dejada de la mano de Dios. ¿Y qué castigo más grande que éste, que el que se va de la Verdad, ella se queda y no lo sigue y él se va? ¿Adónde se va? “A las tinieblas de allá afuera” –dice Cristo. La Verdad no puede imponerse a sí misma por fuerza. Si no la aceptan, se retira. ¡Temed a la Verdad que se retira!”

R. P. Castellani – San Agustín y Nosotros, pág. 111.

De Profetas


“Pues en mi pueblo hay malvados;
ponen asechanzas
como el pajarero que se agacha,
arman trampas para cazar hombres.
Como jaula llena de pájaros,
así están sus casas llenas de fraude;
así se han engrandecido y enriquecido.
Engordaron y brillan de gordura;
sobresalen en maldad;
no hacen justicia al huérfano
-y sin embargo prosperan-,
no hacen justicia a los pobres.
¿Y yo no habré de castigar estas cosas?
dice el Señor.
¿De una nación como ésta
no he de tomar venganza?
Cosa extraña y terrible acontece en la tierra:
los profetas profetizan mentira,
y los sacerdotes gobiernan según su antojo;
y esto le gusta a mi pueblo.
Pero ¿qué haréis
cuando estas cosas lleguen a su fin?”

Jeremías, V, 26-31.

lunes, 17 de mayo de 2010

INVITACION

La Legio Macabea Christi lo invita al
Ciclo de Conferencias 2010 dedicado a la
APOLOGÉTICA

“EL PECADO ORIGINAL: ¿UN MITO?”
LA INTERPRETACIÓN DEL GÉNESIS.
VERACIDAD O NO DEL POLIGENISMO.

R.P. José María Mestre Roc
Profesor de Sagrada Escritura

Viernes 21 de Mayo, 20 hs.
Priorato: Venezuela 1318-20, (1095)
Capilla “Nuestra Señora Mediadora de Todas las Gracias”,
Montserrat, Buenos Aires, Capital.

viernes, 14 de mayo de 2010

NOVEDAD EDITORIAL

LIBRO RECOMENDADO
"S.E.R. Monseñor Marcel Lefebvre no dudaba en escribir, con una fórmula de sobrecogedora intensidad, que durante el sacrificio de la Misa “se realiza toda la Revelación, el misterio de la fe, culminación del misterio de la Encarnación y de la Redención, y toda la eficacia del apostolado”.El sacerdote, el religioso, el misionero, el obispo y el superior que fue sucesivamente no dejó de ahondar en este gran misterio de la renovación incruenta del sacrificio de la Cruz que es, según sus palabras, “el corazón de la teología, de la pastoral y de la vida de la Iglesia”.Este libro recoge de manera metódica todo lo que el Prelado pudo decir o escribir sobre la Misa, sus ritos, sus oraciones, su teología, su espiritualidad, su espíritu y su gracia, siguiendo primero el ordinario de la Misa tradicional y luego examinando por contraste el Nuevo Ordinario de la Misa promulgado por Pablo VI.De ese modo, el lector podrá descubir o redescubrir, con profundidad y sencillez, la Santa Misa, ese tesoro escondido, “el acto más sublime de la oración cristiana”.
En las buenas librerías católicas.
Consulte por envío en el sitio Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

martes, 4 de mayo de 2010

ANIVERSARIO - SOREN KIERKEGAARD

5 de mayo 1813



Nacimiento de Sören Kierkegaard






“¡Kirkegor! Yo no diré que Kirkegor es San Agustín, no diré que es un Agustín, ni que es un santo; pero no hay derecho a decir de él lo que dijo Sciacca. Voy a leerles la carta que dirigí a Sciacca después de su conferencia del 6 de junio sobre Kirkegor, incluso con los insultos del final; a él se la mandé sin insultos y sin insultos se la di al Director de una revista juvenil universitaria: insultos hijos de una justa indignación; pero la caridad pedía suprimirlos. Además, insultar por carta no es caballeroso.


CARTA A UN PSEUDO-MAESTRO

Por el honor de un ausente y el honor del país.


He ido ayer a su “conferencia” sobre el filósofo danés Soeren Kierkegaard para ver si había progresado usted sobre lo escrito en 1944 en su “Historia de la Filosofía”, pág. 499 de la traducción española. No ha progresado usted. Le convendría progresar.

Dice usted allí erróneamente de Kirkegor lo siguiente:

“Deformó los problemas de la existencia, de la moral, del pecado, de la fe, como son entendidos por el cristianismo auténtico (¿el de Usted?). Kirkegor es a la vez la negación del cristianismo (¡falso!), como lo es el mismo Luteranismo, de quien deriva su concepción de la existencia (¡falso!).”

Nunca he visto un gran hombre caricaturizado y calumniado como vi ayer a Kirkegor.

Si yo le dijera a Usted que no ha entendido a Kirkegor y que no posee la llave para entenderlo, se podría replicar que ésas son cuestiones de apreciación y que se puede discrepar en los juicios acerca de un filósofo; pero acerca de los hechos no es lícito tergiversar.

Usted afirmó una cantidad de inexactitudes y falsedades, incluso de hechos; en tono magistral y doctoral, como si todos los presentes fuesen chicos de 6º grado.

No quiero enumerarlas todas. ¿Para qué? Pero para poner un ejemplo, afirmó categóricamente que en la doctrina de Kirkegor “estaba ausente el prójimo”, que era por tanto “antisocial” y de “un refinado y completo egoísmo”...¿Ignora Usted acaso que Kirkegor tiene un libro sobre el amor al prójimo, exégesis de las epístolas de San Juan Evangelista y San Pablo, “Vida y Reino del Amor”, que es una de las más sublimes obras sobre la caridad cristiana de que se puede enorgullecer el Cristianismo? ¿No se ha enterado Usted que Kirkegor es el intérprete más grande de la Escritura Sacra que ha habido después de San Agustín?

Kirkegor amó al prójimo de la manera más alta que se puede imaginar, comparable a la de los más grandes santos...Sus obras geniales, producidas en medio de las mayores dificultades y el desprecio más grande de sus contemporáneos, son puros actos de caridad. ¿No recuerda Usted las palabras que dijo a su amigo Emilio Boesen al morir en un hospital, en el mayor abandono de su nación y de su iglesia, de las cuales es gloria hoy día? Esas palabras las traen sus maestros de Usted, Jolivet y Cornelio Fabro (aunque tampoco éstos entienden mucho al difícil mártir danés): “Saluda de mi parte a todos los hombres: diles que los he amado...” Amor heroico confirmado con obras...

“Que yo he servido a Dios con mis obras, que he servido al prójimo, que he cumplido la misión mía, eso es actualmente seguro...”(1852, Tagebuch).

La Vida y Reino del Amor” es una prueba. Este libro está escrito en una especie de éxtasis de la voluntad de amar a los hombres, a pesar de todos los pesares; por eso ha dado la impresión a Villadsen y otros críticos de ser “casi inhumano”; simplemente porque es “sobrehumano”. Lo que Villadsen nombra “el vértice de nieve de la lógica teológica” no es sino la cúspide de la caridad al fuego blanco. Kirkegor tuvo la misión de luchar en nuestra época contra la confusión dentro de lo religioso, lo mismo que San Agustín se halló en frente de “cristianos académicos, cristianos donatistas, cristianos maniqueos, cristianos arrianos, cristianos pelagianos”, con la misión de demostrar que no eran cristianos; así Kirkegor se halló en frente de cristianos luteranos, hegelianos, mundanos y...democristianos, con la misma misión, agravada ahora al cubo. La cumplió. Naturalmente, no puede resultar agradable a esa clase de cristianos. Será siempre resistido...y calumniado.

Usted parece no haber leído ninguna obra seria acerca de Kirkegor, a pesar de que las enumera en sus “bibliografías”: ni Haecker, ni Przywara, ni Jean Wahl, ni tantos otros.

Sin embargo, debía haber recordado al Quintiliano de sus estudios clásicos, que nos dejó dicho: “Modeste tamen et circunspecto judicio de tantis viris pronuntiandum est...” (Sin embargo, al hablar de hombres tan grandes, nuestro juicio debe ser mesurado y prudente). No debía haber elegido este tema, en todo caso.

Omitiendo cosas fundamentales y exagerando cosas triviales, se puede falsificar del todo la silueta de un gran hombre, es claro. Pero usted, no contento con hacer eso, ha falsificado hechos. Ha hecho Usted un daño a sus oyentes, el daño del pseudo-maestro, impidiendo quizás a muchos para siempre el acceso al “mensaje” de Kirkegor, necesario al mundo moderno.

Si fuese como Usted lo pintó, Kirkegor sería un inventor desaforado de mitologías pueriles, la filosofía sería una cosa despreciable, y el Cristianismo una cosa caótica y maleable, susceptible de mezclas híbridas. Toda la filosofía moderna, en la que Kirkegor hizo tan enorme impacto, desmiente eso.

Le doy las gracias por el poco respeto que ha tenido Usted a este país: me ha enseñado algo.

Por lo demás, estamos acostumbrados ya a estos ultrajes de extranjeros a la cultura del país; por ahora no podemos evitarlos todos.

Le escribo solamente para que sepa Usted que no se ha burlado de todos los argentinos.

Leonardo Castellani Ph. Th. D.


Como ven, los insultos no son sino constatación de hechos; pero era más decente suprimirlos, porque por carta es demasiado fácil insultar, no es ningún acto de valentía.

Si Kirkegor no fue un San Agustín y tiene tres grandes diferencias con él:1ª su melancolía; 2ª sus ataques a la clericatura corrompida: 3ª su “noche oscura perpetua!”, tiene sin embargo diez puntos de contacto capitales que lo hermanan con el Africano:

1º un gran filósofo;
2º un gran místico;
3º un gran “poeta de lo religioso”;
4º el exégeta más grande de la Biblia después del siglo V;
5º el doctor de la fe;
6º el refutador de los “académicos” modernos;
7º el rebatidor del pelagianismo moderno;
8º un obsesionado del problema del mal;
9º el profeta de la interioridad;
10º un escritor de “confesiones”.

En cuanto a la doctrina de Kirkegor, los contactos se podrían multiplicar. Voy a poner como ejemplos el tema de la Angustia y el tema del Tiempo, el primero y el último.

El fondo del hombre es la Angustia –dice Kirkegor- el fondo psicológico. ¡La Angustia! -¿Eso no es sombrío, eso no es luterano, eso no es contrario al cristianismo auténtico? –dice Sciacca.

El fondo del alma es la angustia en sentido metafísico: un sentimiento, o pre-sentimiento, más hondo que todos los sentimientos, que se transforma en algunos en Sentimiento Religioso, en otros en Solicitud Terrenal (esa solicitud que nos prohibió Cristo incluso con respecto a lo que hemos de comer y lo que hemos de vestir, con el ejemplo de las aves del cielo y los lirios del valle), y por último en otros en Desesperación Demoníaca; pero en alguna forma existe en todos los hombres.

-¡Son cuentos!- dice Sciacca- es que él era un angustiado perpetuo. Justamente: porque fue un perpetuo angustiado, por eso pudo ver la angustia fundamental en todos los hombres, como ningún otro hombre hasta hoy día...El hombre triste conoce la tristeza en otros, el hombre santo conoce la santidad en otros, el hombre inteligente distingue la inteligencia, el enamorado percibe el amor. “Dame un enamorado y entenderá lo que digo” –dice San Agustín. Conocemos a los demás por medio de nosotros mismos.

-Pero hay muchísimos hombres que no tienen angustia, que testifican en contra de esa universal angustia –prosigue Sciacca.

-Los hombres que dicen que no tienen angustia tienen angustia de su angustia: la cubren, la esconden, la velan con un mar de palabras, o diversiones, u ocupaciones, de miedo que le tienen, no se atreven a mirarle la cara, pero mírenlos obrar y moverse y verán cómo la incancelable inquietud se traduce en sus actos y gestos. Podría hacerles diez análisis psicológicos, si hubiera tiempo, de angustias escondidas en seres humanos que no parecen angustiados”.


R. P. Leonardo Castellani, “San Agustín y Nosotros”




“El hecho de que un autor anónimo, con la ayuda de la prensa, pueda día a día, encontrar ocasión de decir (incluso sobre materias intelectuales, morales y religiosas) lo que le viene en gana, y lo que tal vez estaría muy lejos de tener el valor de decir como individuo, que cada vez que abre la boca (¿o sería mejor decir sus fauces abismales?), se dirige a un mismo tiempo a miles y millares; que puede hacer que se repita lo que ha dicho mil veces diez mil, y que en todo eso nadie tenga responsabilidad, de forma que no es como en los antiguos tiempos en que la multitud, relativamente impenitente, poseía la omnipotencia, sino que ahora una cosa absolutamente impenitente, un nadie, una unanimidad, que es el autor, y otra unanimidad, el público, algunas veces, incluso suscriptores anónimos, son los que la tienen, y con todo esto, ¡nadie, nadie! ¡Dios mío! ¡Y a pesar de todo, nuestros Estados se llaman a sí mismos Estados cristianos! Que nadie diga que en este caso le es posible a la “verdad”, mediante la ayuda de la prensa, obtener beneficios de las mentiras y los errores. ¡Oh vosotros que decís eso!, ¿os atrevéis a sostener que los hombres considerados como multitud están tan dispuestos a caer sobre la verdad como sobre la mentira, siendo la primera muchas veces de mal sabor y estando la segunda preparada siempre delicadamente? ¡Sin mencionar el hecho de que dificulta aun más la aceptación de la verdad la necesidad de admitir que uno ha estado equivocado! ¿O es que tal vez os atrevéis a sostener también que la “verdad” puede ser entendida con la misma rapidez que la falsedad, la cual no requiere conocimiento preliminar, ni enseñanza, ni disciplina, ni abstinencia, ni abnegación, ni honesta preocupación sobre uno mismo, ni labor paciente? No, la verdad –que aborrece también esta mentira de aspirar a una gran difusión como meta –no tiene alas en los pies. En primer lugar, no puede trabajar con los fantásticos medios de la prensa, la cual es la mentira; el comunicador de la verdad sólo puede ser un individuo. Y la comunicación de la verdad sólo puede ser dirigida al individuo; porque la verdad consiste precisamente en esa concepción de la vida expresada por el individuo. La verdad no puede ser comunicada ni recibida si no es como si lo fuera bajo los ojos de Dios, ni sin la ayuda de Dios, ni sin Dios sea el término medio, ya que El mismo es la verdad. Por tanto, sólo puede ser comunicada y recibida por “el individuo”, el cual puede ser cualquier hombre viviente”.

Kierkegaard -Sobre la dedicatoria a “Ese individuo”



“Dios, en cuanto hombre, se reviste de la forma de siervo insignificante y de tal manera expresa lo de ser un pobre hombre que a ninguno de los hombres se le pueda ocurrir jamás, en ese aspecto, sentirse excluido y mucho menos pensar que son los honores y el prestigio humanos los que a uno le acercan más a Dios. No, él es el hombre insignificante. Mirad hacia acá, nos dice, y considerad a fondo lo que es ser hombre, pero, ¡cuidadito!, pues además soy Dios…y dichoso aquel que no se escandalizare de mí”


Kierkegaard -La enfermedad mortal


NOTA - ODIO A CRISTO

ODIO A CRISTO

Noticia de La Nación diario, martes 4 de mayo.


Se llamaba Gustavo Martínez Zuviría
Otro nombre para la Hemeroteca Nacional

Ayer fue bautizada Ezequiel Martínez Estrada el cambio había sido pedido hace décadas

Como broche final a un histórico reclamo, la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional dejó ayer de llamarse Gustavo Martínez Zuviría para nombrarse Ezequiel Martínez Estrada.
"El prolífico escritor Martínez Zuviría fue durante un cuarto de siglo director de la Biblioteca Nacional y, durante todo ese período, impartió vehementes opiniones militantes de carácter discriminatorio. Su antisemitismo de combate fue notorio y no se limitó a sus novelas", explicó el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González.
En el acto estuvieron presentes la subsecretaria de Gestión Cultural de la Nación, Marcela Cardillo, y el director nacional de Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi; la subdirectora de la biblioteca, Elsa Barber; el director de Cultura, Ezequiel Grimson; el director de la Hemeroteca, José Luis Boquete; el director del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky; el filósofo León Rozitchner; el editor y fundador de Ediciones de la Flor, Daniel Divinsky, la representante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, y el filósofo y escritor José Pablo Feinmann, entre otros.
Desde ayer la Hemeroteca lleva el nombre de Ezequiel Martínez Estrada. "Escritor universalista de la condición argentina, inventor de formas narrativas y ensayísticas emancipadas, autor de estudios decisivos sobre el Martín Fierro, la pampa y la ciudad, Kafka y Montaigne, y la turbada historia nacional, también partidario de una teoría de la lectura que se entrelaza con las más modernas perspectivas de la crítica literaria actual", expresó González.
"El máximo tótem del antisemitismo argentino, expuesto como señal conmemorativa, ofende finalmente a quienes buscan de todas las formas posibles los nuevos cimientos para reconstruir una democracia avanzada, igualitaria y no discriminativa en la Argentina", indicó González.
El cambio fue celebrado por un centenar de trabajadores de la biblioteca y representantes de la cultura que se acercaron a la inauguración.
Verbitsky relató distintos ejemplos de la vida pública e intelectual de Martínez Zuviría que hacían necesario el cambio. "Es una decisión profundamente saludable para la cultura argentina", enfatizó.
"Se saca un nombre que se inscribe en la aniquilación política para suplantarlo por un modelo humano", reconoció Rozitchner, al tiempo que destacó "la osadía y el valor" de González por llevar adelante un viejo reclamo.
La representante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora señaló que el cambio constituía un "acto de memoria, verdad y justicia", mientras que Hamawi concluyó: "La Biblioteca Nacional se transforma en un ámbito de libertad, creación e integración".


¿Quién tiene el poder hoy? ¿Quién es el verdadero “discriminado”? Así como el dios Nerón y la Roma pagana perseguía a los primeros cristianos por no dar culto al emperador y las divinidades de la religiosidad oficial romana, acusándolos entre otras cosas de “incendiarios” (entonces era crimen de “lesa majestad”, lex majestatis) hoy la diosa Democracia (¿judaica?) persigue a los cristianos que no profesan sus dogmas acusándolos de “antisemitas” (cuyo crimen es de “lesa humanidad”). Pero es precisamente el hecho de que tras aquellas largas y terribles persecuciones triunfara y floreciera la cristiandad lo que confirma la ineficacia de estas nuevas persecuciones, y más aun, su condición para un nuevo triunfo de Cristo sobre el mundo que se halla en poder del Maligno. Por eso este aparente triunfo del odio es un consuelo de tontos y, además, una distinción honorífica para el gran Hugo Wast.


LA GLORIA DE GUSTAVO MARTINEZ ZUVIRÍA (HUGO WAST)


“...y lo que es todavía timbre de mayor gloria, todos los herejes te detestan y a mí me persiguen con un odio parejo, queriéndonos matar con su deseo, ya que no pueden hacerlo con sus espadas”.

San Jerónimo, en carta a San Agustín, año 419.



Si el mundo os aborrece, sabed que me aborreció a mí primero que a vosotros. Si fueseis del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que yo os escogí del mundo, por esto el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os dije: No es el siervo mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también a vosotros os perseguirán

Jn 15,18 -19, 20


Decía el Padre Castellani:“El medio de digerir la injusticia es un secreto del cristianismo. Es la actitud heroica, y aparentemente imposible a las fuerzas humanas de devolver bien por mal, de bendecir a los que nos maldicen”. Por esto les damos las gracias a nuestros enemigos, que nos muestran a las claras que no desean tener nada en común con Cristo y con quienes son de Cristo y no del mundo. Su actitud muestra el poder de la Verdad, siempre vigente, siempre victoriosa, que no puede ser tapada aunque se quiten nombres de lugares públicos, se prohíban libros o se mate con las armas o la indiferencia y el silencio. Esa verdad que está siempre ahí para recordarles que no puede vivirse en paz sin ella, y que está siempre dispuesta –gracias a su permanente recuerdo- a recibir a todo aquel que arrepentido quiera conocerla.

También nos recuerdan nuestros enemigos nuestros deberes y nuestra identidad de cristianos, y lo hacen mucho mejor que los traidores y apóstatas que permanecen dentro de la Iglesia, que ahora como siempre serán “perros mudos” que buscan “el diálogo y el consenso sin crispaciones”. Es aquello que muy bien dijo y por lo que peleó y sufrió ese mártir que fue Kierkegaard:


“No se debe traficar, no se debe alterar el cristianismo. No se debe exasperarlo con persistir en un puesto equivocado, sino vigilar sólo que siga siendo lo que era: escándalo para los judíos, locura para los griegos. Y no una tontería cualquiera de la que ni los judíos ni los griegos se escandalicen, sino del que se sonríen y se irritan por el hecho de que se lo defiende”

Y ese escandalizar consiste, no en hacer mal a nadie, sino en predicar -como enseñó San Pablo- a Jesucristo crucificado, por lo cual aquellos mismos que no lo aceptan se sienten "discriminados" y, entonces, "discriminan". Mejor entonces que la distinción o discriminación siga existiendo: la luz y las tinieblas no se mezclan.
Castellani, que llamó a Martínez Zuviría "maestro y amigo", afirmó: "En este libro sobre los judíos (El Kahal y Oro) Hugo Wast es generoso con los judíos (...) A los años que tiene, no va a ir don Hugo Wast a gastar su madurez intelectual y humana en un vulgar panfleto antisemita". Desde luego, no podemos pretender que personajes como Horacio González u otros de su calaña tengan la capacidad o generosidad de reconocer cosas semejantes. Comparten, según parece, y en grado superlativo, la "penuria filosófica invencible" de Ezequiel Martínez Estrada (en palabras de Castellani), pues "su filosofía consiste en su resentimiento".

DE ACTUALIDAD



“Es una vergüenza y una cosa que hace dudar hasta de San Martín que no haya en la Argentina una gran editorial católica, un gran diario católico, una gran revista intelectual católica, una filmadora católica, por no hablar de la Universidad Católica. Es una vergüenza nacional que los judíos dominen el cine, el periodismo, la radio, la enseñanza oficial y la edición de libros en un país “católico”. Jesucristo dijo a los Apóstoles: “Id y enseñad a todas las gentes”. Los judíos son los que realmente enseñan en la Argentina; y no van a enseñar cristianismo, ni es justo pedirles eso. ¿Dónde están los apóstoles?

La Argentina, por ejemplo, está inundada de libros estúpidos, malos y perversos; y un escritor argentino religioso, que sea de veras escritor, no puede publicar sus libros...sobre todo si son libros religiosos...bien escritos. Es un hecho.”



Padre Castellani, El Evangelio de Jesucristo, pág.286, Dictio ediciones, 1977.