Aristóteles, Ética a Nicómaco, X, 6, 30.
“Así por un extraño cambio en la naturaleza del hombre, es el aburrimiento en cierta manera su mayor bien, porque puede contribuir más que todas las cosas a hacerle buscar la verdadera curación; mientras que la diversión, que él considera como su mayor bien, es en realidad su mayor mal, porque le aleja más que nada de buscar un remedio a sus males; y el uno y la otra son la prueba admirable de la miseria y de la corrupción del hombre, y, a la vez, de su grandeza, puesto que el hombre se fastidia de todo, y no busca esta multitud de ocupaciones, sino porque tiene idea de la felicidad que ha perdido, y que, no encontrando ya en sí mismo, trata de encontrarla vanamente en las cosas exteriores, sin poder contentarse nunca, porque aquél no está en una u otra de las criaturas, sino solamente en Dios.”
Pascal, Pensamientos, XXI, XV
Vincent Van Gogh, Carta, 15-11-1878
“No se viene a este mundo para mera diversión. ¿No le parece a usted? ”
León Bloy, “En el umbral del Apocalipsis”
“Eran siempre buenos porque no conocían la manía de la diversión.”
Robert Walser, “El obrero”
“Hace unos mil quinientos años, como hoy, existieron individuos que se complacían en la creencia de que todo se reducía a las diversiones y las satisfacciones fisiológicas”.
Stan Popescu, “Cultura y libertad”
“...el mundo se divierte, hasta demasiado, pero está recorrido por debajo de una sorda desesperanza. ¿Qué quieren que les diga? Navegamos en medio de la niebla y en medio de la tormenta; navegamos sin embargo hacia el Reino de Dios, así lo espero; por lo más oscuro amanece”
R. P. Leonardo Castellani, “La Exégesis Actual”, en “Exégesis”, Inédito.