Una mirada católica sobre cine y cultura
Reducirse, deshincharse, disminuirse de tanto cine.
Apartados, retraídos, una versión reducida entregamos.
Reducida la versión, que no la intención ni la mirada.
La mirada: restablecer la mirada, para aprender a ver. Y entonces conocer y amar. Conocer lo que se debe amar. Y lo que puede engañar (entre otras cosas, la mirada).
Reduco, o lo que no sale en los diarios-sino en el cine. El cine mirado desde lo que somos. Somos porque fuimos vistos y somos mirados por Aquel que no vemos sino que miramos a través de un espejo.
“Porque ahora miramos en un enigma, a través de un espejo; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, entonces conoceré plenamente de la manera en que también fui conocido” (I Cor. XIII, 12-13).
“Un arte que no contribuye a hacer más bueno al hombre, sino que lo llena de orgullo, de sensualidad o de desesperación, podrá ser inspirado, seductor, genial, pero es sin duda ilícito. El artista no tiene derecho de ejercerlo, ni siquiera en nombre de la Belleza, porque la Belleza no tiene derechos superiores al destino del hombre; como nadie sin cometer un crimen podría corromper un niño, invocando los supremos derechos del Placer”.
HUGO WAST
"La verdad no tiene nada que ver con el número de personas que persuade".
PAUL CLAUDEL
“Y sembrar semillas siempre se puede, aunque no sea más que sembrar verdades. Claro que cuando hay sequía, eso importa sacrificio, a veces se siembra con una especie de terquedad, con una especie de desesperación, se siembra con amargura, llorando, como dice la Biblia; se tiene la impresión de estar malgastando las semillas, las fuerzas y la vid. Pero es la ley de la vida, no la tenemos más que para gastarla. Como les dije en la otra conferencia, todos los caminos de esta vida, por más vueltas que den, confluyen invisiblemente hacia una palabra terrible, pero ungida con las promesas divinas, que es sacrificio. Y el sacrificio es no solamente posible sino hasta gozoso cuando está inspirado por un verdadero Amor.”
Castellani. Recetas y problemas, “San Agustín y Nosotros”.