“Es, por tanto, una de las necesidades de nuestro tiempo vigilar y trabajar con todo esfuerzo para que el cinematógrafo no siga siendo escuela de corrupción, sino que se transforme en un precioso instrumento de educación y de elevación de la humanidad”

S.S. Pío XI



“Que el cine sea ordenado a la gloria de Dios y a la salvación de las almas, y sirva eficazmente para la extensión del Reino de Cristo sobre la Tierra”.

S. S. Pío XII

miércoles, 24 de febrero de 2010

IMAGENES

En la boca del miedo, de John Carpenter.
El cine de Hollywood, hecho para los carnales sin fe, se complace en sumergir la esperanza, mediante un muestrario de horror invencible. Es el caso de Carpenter, entre tantos otros. Sin embargo, el verdadero juicio es éste:

“A juicio de los carnales el diablo es terrible, a juicio de los escogidos el temor del diablo es despreciable. Como a un león le temen los incrédulos, como a un gusano le desprecian los fuertes en la fe y tan pronto es rechazado como es visto”.

SAN ISIDORO DE SEVILLA