domingo, 2 de septiembre de 2012
ARTICULO - CONTAMINACION LIBERAL
¿CONTAMINACIÓN? – ¿QUIEN?
Por Mons. Richard Williamson
25 de Agosto de 2012
Uno de mis proverbios favoritos viene de China: “El hombre sabio se culpa a sí mismo, el insensato culpa a los demás”. No es que a los otros nunca haya que culparles, por supuesto, pero es que generalmente puedo hacer poco o nada para cambiar su conducta, mientras que soy, por lo menos en teoría, dueño de la mía. Como “La Imitación de Cristo” lo dice, raramente pensamos con provecho sobre los pecados de otros, pero siempre con provecho sobre los propios.
Esta antigua sabiduría me viene a la mente al leer la carta de una lectora del “Comentario Eleison” (# 263) en la cual lamenta la “contaminación Conciliar” que ella observa en la manera que en la Hermandad SPX las Misas en los Estados Unidos pueden ser celebradas por sacerdotes y seguidas por los fieles. Si el resumen de sus observaciones sombrías es el que sigue, no es para acusar de esta sombría situación a los sacerdotes o a los fieles, sino para sugerir a cada uno de nosotros como podemos examinar nuestra propia conducta.
En general, ella dice que esta “contaminación Conciliar” se ha venido infiltrando en las capillas de la Hermandad SPX desde hace algún tiempo. Va hasta decir que la situación se está deteriorando y es desesperada, y que el daño ya está hecho. Es como si el Latín hubiera adquirido más importancia que la Fe, como si todo va bien ya que la Misa Tridentina está dicha en Latín. Por no haber entendido – o no acordarse – lo que la Misa es realmente, dice ella, los laicos encuentran que basta con su presencia. Muchos asisten a la Misa de una manera distraída, y entonces reciben la Sagrada Comunión de una manera irrespetuosa, como en la Nueva Iglesia.
Ella culpa a los sacerdotes por no haber explicado lo suficiente la Fe o la Misa. En cuanto a sus sermones de ellos, se pregunta a veces si entienden lo que están proclamando, al mismo tiempo que a ella le parece que las ideas personales del sacerdote y el contexto del sermón en general vienen a asemejarse a lo Conciliar. Las reglas litúrgicas no se respetan, las rubricas son irregularmente observadas, el Canon de la Misa se ve apresurado. En breve, ella no se sorprende de ver a un cierto número de sacerdotes de la Fraternidad SPX y seglares dispuestos a reunirse con la Nueva Iglesia, si no es que más aún ya pueden pertenecer a ella.
Ahora bien, nadie seriamente afirmaría que su sombría descripción concierne a todas las Misas de la Hermandad SPX, pero tal es la corrupción de nuestra época que un deterioro del tipo que ella observa, sería de esperar. Esta corrupción amenaza tanto a sacerdotes como a seglares, y esto significa que todos nosotros necesitamos observar con cuidado si no está ganando terreno en nosotros. Como la Hermana Lucía de Fátima lo dijo en la década de 1950, los laicos ya no pueden contar con el clero para hacer todo el trabajo de llevarlos al Cielo. De hecho nunca lo podían, pero una “obediencia” perezosa es todavía hoy una tentación común. Si los laicos quieren buenos sacerdotes para conducirlos, y si ellos no quieren que la Hermandad SPX se vuelva Conciliar, entonces ellos deben examinar su propia casa para ponerla en orden – por ejemplo ¿como yo mismo y mi familia participamos de la Misa?
En cuanto a nosotros los sacerdotes, no olvidemos la tremenda advertencia del profeta Ezequiel (III, 17-21) a los pastores: Si los pastores dicen al pueblo como está pecando, y el pueblo sigue pecando, el Señor castigará al pueblo pero El no considerará responsables a los pastores. Al contrario, si el pueblo peca y los pastores no le dicen cómo él está pecando, entonces el Señor considerará a los pastores culpables de los pecados del pueblo. “Porque es ya el tiempo en que comienza el juicio por la casa de Dios” (I Pe. IV, 17).
Por eso, depende de todos nosotros el hacer lo que está en nuestro poder para prevenir que la Hermandad SPX se contagie con la “contaminación Conciliar”. Hoy es más fácil decirlo que hacerlo, pero como dice San Pablo (I Cor. IV, 3-5), miremos cada uno nuestros propios pecados. Es Dios quien juzga.
Kyrie eleison.
N.R.: Los subrayados en negrita son nuestros.
ANEXO:
¿Y por casa cómo andamos?
ASI NO…
Las imágenes y dos breves comentarios insertos debajo están tomados de una vieja revista argentina, Argentina Cristiana, de Enero de 1958. Vienen como anillo al dedo para graficar la contaminación liberal que hoy cunde en nuestras iglesias y capillas. Y esa es solo una pequeña muestra de tantas irreverencias y menosprecios para con el Santo Sacrificio de Nuestro Señor . Por eso creemos muy oportuno el aviso del Obispo para que velemos y oremos y revisemos nuestra conducta, si es obra de la fe viva o de una cómoda y rutinaria costumbre.
“Una fe rutinaria suele plasmarse en actitudes incorrectas. Quizás no es mala voluntad, sino desaprensión..Distraídos, asisten pasivamente a lo que es honor del varón y fortaleza de la mujer: el culto divino.
He aquí por ejemplo una actitud cómoda…para sentarse frente a la radio. Pero no para estar en la Iglesia Y son muchos los que así se comportan restando recogimiento y ambiente sagrado al templo.
Así, en figura destacada, lo presenta el lápiz, para espejo de muchos...”
“¡Qué aburrido, madre mía!”, parece decir...O lo dice.
Falta de interés, desconocimiento de la liturgia y del dogma, provocan esas actitudes incorrectas. Al no elevarse el espíritu, exigido por la presencia viva de Dios, el cuerpo desmaya y adopta posiciones abúlicas…El cuerpo es templo de Dios y el culto pide también urbanidad y elegancia en el gesto y la postura.”