“Es, por tanto, una de las necesidades de nuestro tiempo vigilar y trabajar con todo esfuerzo para que el cinematógrafo no siga siendo escuela de corrupción, sino que se transforme en un precioso instrumento de educación y de elevación de la humanidad”

S.S. Pío XI



“Que el cine sea ordenado a la gloria de Dios y a la salvación de las almas, y sirva eficazmente para la extensión del Reino de Cristo sobre la Tierra”.

S. S. Pío XII

jueves, 21 de mayo de 2009

HABLAN LOS MAESTROS


“Necesitamos algo que provoque nuestro entusiasmo, que domine nuestros pensamientos y los eleve; necesitamos poesía en medio de este mundo prosaico y frío, y, al mismo tiempo, una filosofía que dé alguna realidad a nuestras concepciones ideales; y nuestra inteligencia ha menester de un conjunto de doctrinas que sean base y reglamento para sus estudios y sus actos. Ese doble beneficio lo encontraremos en el catolicismo, al que para nuestra felicidad estamos vinculados. El es el punto de partida de todos los trabajos de nuestro intelecto, de todos los sueños de nuestra imaginación, y el centro al cual todo debe converger. Con él desaparece esa desazón que nos daña y nos deja abandonados a nuestra propia debilidad. Y siendo el sentimiento de nuestra debilidad una de las principales fuentes de la melancolía, el primer remedio que ha de oponérsele es la presencia, en nuestra alma, del pensamiento católico”.

Federico Ozanam – Carta a Falconnet, enero 5 de 1833


“El prójimo, para vos, intelectual, es el ser que tiene necesidad de verdad, como el prójimo para el buen Samaritano era el herido del camino. Antes de dar esa verdad, adquiridla, y no desperdiciéis el grano de vuestra simiente.
Si la palabra de la Imitación es verdadera, lejos de los hombres seréis más hombres y estaréis más cerca de los hombres.”

A. D. Sertillanges – La vida intelectual.


“Escribo para gentes que creen en el Espíritu Santo, sin cuya inspiración –según canta la Iglesia el día de Pentecostés- no hay en el hombre nada inocente. Por eso es método muy práctico no iniciar nunca la jornada literaria sin una breve invocación, que puede ser dicha en aquellas 14 palabras que comienzan: “Ven Espíritu Santo...”
Esta preparación, que nos tomará a lo sumo diez segundos, tiene un doble efecto: 1. Nos asegura el auxilio del Paráclito, fuente viva de inspiración. 2. Nos da una impresión de la trascendencia de nuestra obra de escritor que no es una cosa baladí, sin importancia, puesto que es el cumplimiento de nuestra vocación y está destinado a hacer bien a otros, sea mejorándolos en sus sentimientos o ideas, sea distrayéndolos honestamente”.

Hugo Wast – Vocación de escritor.


“Porque el catolicismo implica inevitablemente un concepto totalitario de la vida, en el sentido de que no hay, no puede haber, faceta alguna de nuestra actividad especulativa o práctica que logre sustraerse a su influjo. Desde el momento que poseemos la gracia santificante –o, lo que es igual, el germen de vida divina- per modum naturae, no podemos contraponerla a los principios próximos de nuestras acciones. Lejos de eso, nos encontramos en presencia de ella ante un principio remoto, susceptible, por lo mismo, y al igual de la naturaleza considerada como fuente de acciones, de resolverse en un sinnúmero de planos activos, provistos todos ellos, por cierto, de su objetivo determinado. Los que recelan de la inteligencia desconocen ese carácter vital de la gracia, cayendo en un pecado que podríamos llamar de ritualismo –dándole a la partícula ismo el sentido peyorativo que por lo general, no siempre, tienen los ismos-, porque no se dan cuenta de que el árbol de la naturaleza sobreelevada por la gracia, árbol bueno si los hay en este mundo, no puede dejar nunca de producir frutos de bendición”.

R. P. Osvaldo Lira SSCC – Defensa de la inteligencia.