La noticia informa que el multimedios Clarín –a través de la Fundación Noble-, en un nuevo aporte a la “Democracia”, hizo entrega de “más de 30.000 ejemplares” de la historieta “El Eternauta”, escrita por el desaparecido miembro de la organización terrorista Montoneros Héctor Germán Oesterheld Puyol (a) “Dad” (a) “Jovato” y padre de cuatro criminales abatidas en combate, a alumnos de 1º a 3º año de las escuelas medias de la Ciudad de Buenos Aires.
El acto realizado en la Escuela Técnica Nº 5 (Ver foto) encabezado por el ministro de Educación porteño del supuesto “derechista” Macri, Mariano Narodowsky, junto a la viuda del escritor desaparecido, se llevó a cabo el día 30 de octubre, “cuando se conmemoraba el Día de la Democracia” (democracia con mayúsculas en el artículo del diario). Todo el mundo ha podido ver en las calles el alborozo del pueblo argentino durante ese bendito día, en que se conmemoró especialmente al Dr. Alfonsín.
Más allá de la historieta en sí, una forma inteligente de falsear la historia en las escuelas (¿acaso se introduce esta historieta, además de por ser su malogrado autor un terrorista, porque además en la misma se compara a los hombres que resisten una invasión extraterrestre con los incas o los aztecas peleando contra los europeos?), llama la atención la recurrencia a un mismo repetido número: 30.000. Son 30.000 ejemplares entregados, como 30.000 puestos de trabajo creados los que se promocionan desde un spot televisivo estatal. Como, según se insiste en decir sin ninguna prueba documental, 30.000 los desaparecidos. Todo esto el “Día de la Democracia”, un día 30. ¿Tendrá algo que ver todo esto con las 30 monedas de plata por las cuales Judas traicionó a N. S. Jesucristo, o es simple coincidencia? ¿O con los otros 30.000, los porteños que defendieron a Rosas y a la Patria y que fueron vencidos en Caseros? ¿Puede hacerse una lectura simbólica de los números, más allá de la forzada aritmética? Como sea, ese número se ha insertado como emblema del “martirio fundacional” de la “Democracia” en la sociedad, por lo que le es muy útil al sistema repetirlo en cuanta ocasión sea propicia para que los “ciudadanos democráticos” incorporen el dogma en todo momento.
Y para eso se hace uso de “La Historieta Oficial”.